Si desde que mirarte a los ojos pude, descubrí que mi mundo se encontraba en ellos y que algún mecanismo había, llámalo amor u odio, llámalo como quieras, pero allí me quedé. Congelada con tu mirada, y sin ninguna explicación el tiempo empezó a correr. Los minutos que había pasado en el verde de tu bosque, pudo con todo el tiempo que en el infierno había habitado. Y el rojo se convirtió en verde, mis ojos sanaron con tan solo mirar los tuyos.
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