Nuestro corazón es como una cebolla, está lleno de capas que protegen nuestra esencia.
Sin embargo cuando empezamos a destapar y nos damos a conocer, acabamos destrozados y con más capas cubriendo nuestros sentimientos.
Y algún día, en uno de esos tantos intentos por saber quién eres y darte a conocer, alguien verá esa esencia en ti, y créeme que tu corazón empezará a arder y esa llamarada, no se apagará.
En ese conciso momento, habrás descubierto el significado de lo que es amar, y que te amen.
Pero aunque esa llama no vaya a apagarse de la noche a la mañana, va ir perdiendo intensidad, como las relaciones.
Y entonces dejarás de llorar porque no te quieren, habrás descubierto que para empezar a querer a alguien, primero tienes que quererte a ti.
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