viernes, 11 de diciembre de 2015

Demasiado (...) que darte.

Quiero enlazar nuestras manos, que nos digamos te quiero y que nos comamos a besos.

Quiero que cada susurro sea la manera de erizar nuestra piel, que cada caricia estremezca el alma  y que cada mirada haga estallar nuestro corazón.

Quiero que con calma demos paseos, desde el norte hasta el sur cogidas de las manos, pasando por tu vientre y rozando sus extremos.

Quiero que cada palabra quede en mi memoria grabada, que las alas sigan creciendo y que veamos más pequeño el mundo, puesto que lo miraremos desde bien lejos.

Quiero que cada puerta que abra me lleve a ti o vengas tú conmigo, quiero que cada paso sea a tu lado y que cada sonrisa sea provocada o dedicada para ti.

Quiero que entre noches de frío y días nublados perdamos el control, el tiempo, los papeles, y el norte.

Quiero que cada amanecer sea nuestro toque para irnos a dormir, y que cada estrella que nos observe en las veladas, nos guíe en este cuento al que llamamos vida, para que nunca nada nos separe.

Quiero que formes parte de lo que me queda de vida, y espero que eso sea mucho tiempo, porque me queda demasiado amor que darte.