viernes, 11 de diciembre de 2015

Demasiado (...) que darte.

Quiero enlazar nuestras manos, que nos digamos te quiero y que nos comamos a besos.

Quiero que cada susurro sea la manera de erizar nuestra piel, que cada caricia estremezca el alma  y que cada mirada haga estallar nuestro corazón.

Quiero que con calma demos paseos, desde el norte hasta el sur cogidas de las manos, pasando por tu vientre y rozando sus extremos.

Quiero que cada palabra quede en mi memoria grabada, que las alas sigan creciendo y que veamos más pequeño el mundo, puesto que lo miraremos desde bien lejos.

Quiero que cada puerta que abra me lleve a ti o vengas tú conmigo, quiero que cada paso sea a tu lado y que cada sonrisa sea provocada o dedicada para ti.

Quiero que entre noches de frío y días nublados perdamos el control, el tiempo, los papeles, y el norte.

Quiero que cada amanecer sea nuestro toque para irnos a dormir, y que cada estrella que nos observe en las veladas, nos guíe en este cuento al que llamamos vida, para que nunca nada nos separe.

Quiero que formes parte de lo que me queda de vida, y espero que eso sea mucho tiempo, porque me queda demasiado amor que darte.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Te odio.

Te odio, te odio con todas mis fuerzas, y aunque con la mirada te coma, te odio.

Temo decirte la verdad, porque sé que habrá huracanes y tsunamis, también habrá derrotas y desgarros, solo pasarán desgracias si te afirmo lo que de veras siento.

Perdóname por ocultarte tras la coraza mi corazón ardiente, no quiero que te quemes con demonios que juegan a meterme en problemas. Perdóname por intentar ocultarte mis ganas de comerte tras ese iris verde que me ocupa la mirada.
Y 'de veras' perdóname porque no quiero volver a meter la pata, no, no quiero que ambas lo pasemos mal, y créeme que pasará si te digo lo que de verdad siento.

Y eso que siento me desgarra, me rompe el corazón y la coraza, se rompen mis latidos cada vez que la melodía de tu voz recorre mis sentidos. Lo siento, tal vez en otro momento te lo confiese.

Y mientras tanto, ¡mira cómo llueve!

Con esa frase me alejo, mientras siento que te quiero y a la vez pienso que te pierdo.

lunes, 16 de noviembre de 2015

A ti, te debo...

Tú que me has dado vida con una mirada, me has dado alegría con un latido de tu corazón, tú que con tus labios besas mis heridas, a ti, te debo la mitad de mi vida.

A ti, que sin quererlo has calmado mis tormentas, que sin buscarlo has callado mis demonios. A ti, que con cada palabra me haces más fuerte, a ti, te debo mi alegría.

Tú, que con idas y venidas has conquistado mi corazón, que con cada caricia has derretido el hielo, que con cada suspiro has provocado un mini infarto en mi interior, a ti, te dono mi corazón.

Todo, absolutamente todo lo que hago es por ti. Desde levantarme cada mañana, hasta avanzar un pasito hacia mis sueños. Si llego a mis metas, que no lo dudo mientras esté a tu lado, serán gracias al apoyo que me das.

sábado, 14 de noviembre de 2015

¡Para!

Ayer volví a sentir esa fuerza cálida que activaba en mi interior ese latido ardiente que jugaba a escaparse de mi pecho. Volví a sentir el calor en mi cuerpo, porque me había devuelto a la vida.

Había pasado demasiado tiempo sin sentir ese momento en el que todo se para, todo se evapora y solo estamos ella y yo en un abrazo que todo calma. Cuando nuestros brazos se separan el tiempo vuelve a correr, la gente aparece, me sonríe y una vez más vuelvo a ser feliz.

Se marcha, se aleja de mi por ese pasillo y quiero ir detrás de ella y gritarle que pare. Y mientras lo hace seguir acercándome a ella y juntar mis labios a su oído y susurrarle muy bajito: te quiero.

Pero no lo hago, me quedo ahí, parada, viendo como se aleja con su melena morena. Viendo como se desvancece el tiempo y como se queda en el recuerdo otro abrazo. Ya no alcanzo a verla, pero sigo imaginando el movimiento de sus cabellos mientras se aleja de mi y yo, yo sigo allí parada con el tiempo correr en mi contra.

martes, 10 de noviembre de 2015

Guíame

Guíame con tus cortos pasitos, hacia ti.
Guíame con tus manitas, hacia la felicidad.
Guíame con tu sonrisa perfecta, hacia el paraíso.
Guíame con tus ojitos verdes, hacia tu ser.
Guíame con tus piernas, hacia el norte, o hacia el sur,
guíame por donde quieras,
mientras el destino sea tu corazón.

lunes, 26 de octubre de 2015

Cómo lo hago...

Cómo hago para olvidar el recuerdo de tus brazos rodeándome el cuello si cada paso hacía delante, es un retroceso hacía nuestro amor. 

Cómo hago para olvidar el mar de lágrimas que secaron tus manos a través de la pantalla si con cada letra que escribo me acuerdo del contacto de tu suave piel.

Dime cómo hago para que mis piernas no vuelvan a llevarme a ti si con cada paso me acerco más al pasado que juntas disfrutamos.

Dime cómo hago para que mis ojos no vuelvan a mirarte si cada vez que sé dónde encontrarte se pierden entre la multitud buscando los tuyos. 

Cómo lo hago para borrar las letras de tu nombre que repito en mi conciencia y escribo sin parar en mis cuadernos, y cuando creo que lo olvido vuelvo a releer tu nombre a fuego en mis venas.

Cómo lo hago para olvidar tu perfume si mi olfato lo ha memorizado y todo me huele a ti.

Dime cómo lo hago para olvidar cada te quiero, para olvidar cada sonrisa, cada abrazo, cada recuerdo y cada caricia. Explícame cómo hago para borrarte de mi vida, si eres tú.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Susúrrame por última vez.

Roza con tus yemas mi tez, de norte a sur, piérdete por mi piel. 
Hunde tus dedos en mi cabello,
que se enreden entre tirones y mechones.
Susúrrale a mi cuello algún te quiero, y mordisqueame la oreja mientras nos perdemos entre gritos y orgasmos.

Roza con tus yemas mi alma, de oeste a este, piérdete en mi coraza. 
Hunde tus besos en mi ser, que se líen entre venas y sentimientos.
Susúrrale a mi conciencia que todo sigue bien, dile que estás aún a mi lado.

Roza con tus yemas mis labios, y deposita un beso tímido pero tierno.
Hunde tus dedos, y déjame gritar.
Susúrrame por última vez.

Susúrrame un te quiero por última vez.

lunes, 19 de octubre de 2015

Ya te pertenece.

Estoy sobria, llevo mucho tiempo sin beber de tu sonrisa. Llevo mucho tiempo sin oír tu corazón latir cerca de mi pecho. 
Llevo tiempo queriendo estar ebria de tu perfume, de tus besos y de alguno de tus te quieros. 

Esto es real, me tienes calada hasta el lugar más oscuro del alma. Y lo siento, porque hice más de un intento nulo en olvidarte. 

Siento que mientras más me rompo, más me alejo del calor de tus brazos. Siento que mientras más intento soñarte, más pesadillas tengo, porque me acechan, me atormentan, me desesperan y me tientan a probar tus labios, y me apartan de ti, me alejan de tus brazos en el instante en que te rozo. 

Lo siento, tal vez me he equivocado, buscando amor en tu mirada, tal vez me he equivocado buscando refugio en tu coraza, tal vez me he equivocado buscando un lugar en tu pecho. Un lugar donde no hay espacio para nadie más, donde no hay espacio para un último abrazo o un último beso.

Y de veras que lo siento, pues no se demostrarte lo que de verdad te quiero. 

¿Me regalarías una sonrisa todas las mañanas? ¿Me regalarías un te quiero de vez en cuando? ¿Me regalarías un abrazo de despedida? 

Yo... Te regalaría el planeta Tierra, y la Vía Láctea si hiciera falta. 
Te regalaría mi alma, pero ya te pertenece.





martes, 13 de octubre de 2015

Adiós, hasta nunca.

Iba a volver a hacerlo, a abrir tu conversación y saludarte, preguntarte qué tal el día y volver a decirte que te echo de menos, repetirte que te quiero. 

Pero no, porque todo ha acabado de una maldita vez.
Otra vez, vuelves a destruirme, otra vez acabas conmigo. Y es inevitable que mis manos no te encuentren entre miles de conversaciones. 

Es imposible evadirme ante tantos recuerdos, cada beso que rozó mi piel, cada caricia que estremeció mi ser, cada abrazo con el que me estrujaste. Y todo está enterrado en el pasado, donde no puede volver a vivirse. 

Coleccioné una vida de momentos a tu lado, y ahora ya no estás para seguir creando historia. Y es cuando más te necesito, que no te tengo. Cuando mis fuerzas están nulas y mi coraza demasiado dura. 

Y dime... ¿Cuánto durará está separación? Anhelo tus besos, pero he tenido suficiente, no quiero volver a encontrarme de bruces contra el suelo.

Intentaré olvidarme de ti, como tu lo hiciste, rápido, pero con mucho dolor. 

Adiós, hasta nunca.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Empatía.

A mí jamás se me ha ocurrido decir: ojalá y te mueras.

Porque es que no soy nadie superior para tratar así a nadie, y aunque lo fuese no llego a ninguna parte con ello... Es que en algunas ocasiones me pregunto qué coño le pasa a la sociedad.
Vamos de maduros, pero si realmente queremos serlo lo primero es el respeto, y la libertad, ya sea de expresión o de lo que sea.

Pero no es justo qué critiques una cosa con el argumento de 'yo eso me lo paso por el forro del coño, que no vale una mierda'. Si me das argumentos tal vez pueda lograr entender tu punto de vista. 

Y eso no es lo grave, porque al fin y al cabo eso me da un poco igual, pero lo que detesto es que puedan infravalorar a una persona por actos que haya hecho, o decisiones que haya tomado. Porque si no estás en la piel de esa persona no sabes ni cómo se siente ni por qué lo hizo, ni absolutamente nada. Por lo tanto como no tienes ese punto de visión no eres quién para juzgarla por lo que hizo o dejó de hacer. 

Y estos temas no es que me pongan de los nervios, es que me parecen cosas demasiado obvias para que aun así se hagan. 
Porque se llama empatía y pocos tienen este sentimiento.

Recuerdos.

Podría ser una de esas noches claras, que quitan las ganas de dormir para apreciar la inmensidad de la Luna, pero no, es una de esas oscuras y que a pesar del sueño que tienes no puedes dormir, porque los recuerdos te invaden y en tu interior se desata una tormenta entre luchar u olvidar.

Tal vez no estamos preparados para darlo todo el uno por el otro, porque aunque sea muy bonito lo de 'matar por ti y morir contigo' no son solo palabras, es un sacrificio. Uno que te resultará mínimo si de verdad quieres a la persona por quién lo harás.

Quiénes se quieren tanto como para dejarse la piel por el otro, le importará lo que digan o dejen de decir, su aspecto y lo que piensen. Porque para ti será perfecta de la cabeza a los pies. 

En ocasiones es malo, porque hay una venda que te impide ver la realidad, solo miras lo bueno y apartas lo malo. Y nadie, pero nadie, te hará cambiar de opinión.

Pero la luz se abre paso en tus pupilas, y ya has salido del amor en el que estabas sumida. Y ves lo que tantos intentaron hacerte ver, entonces comprendes que ese sentimiento se ha degradado y aunque no lo olvides, porque es imposible olvidar a alguien, te limitarás a seguir con tu día a día. 

Intentando que no te vean débil, pero en las noches oscuras... Volverás a vivir su recuerdo. 

lunes, 28 de septiembre de 2015

Frío.

Siento frío al saber que este invierno no me acogerán tus brazos, siento frío porque no me arroparás ni te esperarás despierto hasta que el sueño sea más fuerte que el miedo. 

Siento frío al recordar la manera en la que mi piel se erizaba tras el camino de besos que dejabas en mi cuello. 
Siento frío porque mis fuerzas se fueron contigo, al igual que mi esperanza.

No espero que vuelvas a por mi, o más bien, conmigo. Pero al menos una esperanza me queda, y es la de recuperar mi seguridad, porque sino, un solo aliento tuyo podrá hacerme saborear el más ardiente núcleo de nuestro planeta. 
Y aun estando a tan alta temperatura tendría frío, porque no estaría entre el acogedor calor de tus brazos.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Aprovecha el tiempo.

No puedo quedarme parada pensando en lo que hubiera pasado si una cosa no hubiese sido así y si la otra hubiese sido asá. 
Solo puedo decir que esas decisiones las tomamos por algo, y aunque algunas nos parezcan más inteligentes que otras, no son más unas que otras, porque debido a ellas forjas tu futuro.

¿A caso no depende las elecciones del día a día en cambiar el mañana?  Sentimos que nos pesan las penas, pero seguimos adelante sin derrumbarnos, tal vez lo que necesitemos sea lo contrario, saborear el polvo para volver a estar bien alto. 

Pero esto no se puede aplicar a todo tipo de personas, no puedes derrumbarte a menudo, o sí, depende de la fuerza interna. Pero si tocas el suelo que sea con los píes, no caigas de bruces, solo agáchate a recoger fuerzas. Porque antes o después empezará una nueva meta y el tiempo no espera a nadie.

Si algo aprendí es que el tiempo es lo más valioso y lo único que no recuperas, así que no te lamentes durante mucho, porque sino se te acabará la hora de ser feliz. 

En conclusión, aprovecha el tiempo y aprecia a quien te regala el suyo. 

sábado, 19 de septiembre de 2015

Solo una noche.

Te dicen 'te quiero' durante una noche, mientras regalas tus labios y disfrutas sus besos. 

Te intentas convencer que esa noche no va a terminar jamás y que esas palabras no serán para nadie más que para ti. Que no volverá a sonreírle a nadie como te sonríe a ti, ni volverá a mirar a nadie como te mira a ti. Intentas pensar que sus dedos jamás pararan de dar caricias sobre tu piel, y que sus manos jamás agarrarán otros muslos que no sean lo tuyos. 

Te intentas convencer que esa confesión a media voz es de verdad y que no será él quién le diga a otra persona que esta enamorado, locamente enamorado.

sábado, 5 de septiembre de 2015

No puedes marcharte.

No puedes marcharte cómo si tus labios no se hubieran posado en cada centímetro de mi piel, y tus manos no hubieran acariciado cada fibra de mi cuerpo.

No puedes marcharte cómo si tus besos no hubieran destruido la coraza que tenía en contra de amores fugaces, y tus caricias no hubieran hecho temblar cada barrera que tenía contra enamorarme. 

No puedes marcharte cómo si no me hubieses roto el corazón, y no hubieses burlado todas las trampas hasta ocupar mi alma.

No, no puedes marcharte. Porque ahora no soy nadie. Te llevaste desde mi corazón hasta mi puñetera razón.  Me he quedado sin fuerzas para unir los muros de hierro, creo que los otros eran de cristal, bonitos pero no eran en contra de besos. 

Me duele el pecho, resentido tras la derrota de haberte perdido. 



martes, 1 de septiembre de 2015

Duermo con la ventana abierta.

Duermo con la ventana abierta, para que se vuelen las pesadillas. 
Duermo con la ventana abierta, para que desaparezcan tus recuerdos.
Duermo con la ventana abierta, para que la fría brisa de la noche barra las huellas de tus besos.
Duermo con la ventana abierta, para que se escapen las lágrimas.
Duermo con la ventana abierta, para esperar que caiga mi estrella.
Duermo con la ventana abierta porque...

...porque así se esfuma todo lo que vino en las tristes noches, trayendo mejores cosas de las que se fueron. 

Espero que caiga un pedacito de cielo en mi ventana, con la punta de una estrella me conformo, porque con esa punta puedo alumbrar mi camino en esta vida. 

A esa punta de la estrella, puedo contarle mis pesadillas y seguro que con el brillo de su luz espanta mis demonios.

A esa punta de la estrella, puedo decirle que te vigile sin ser vista, pues no notarás un punto más en el oscuro terciopelo. 

A esa punta de la estrella, puedo decirle que te acompañe en la vida, porque tú eres más importante que yo.

Tu no eres esa punta de la estrella, tu eres la estrella entera.

Y por eso duermo con la ventana abierta, para ver si regresas y despiertas en mi cama.

lunes, 31 de agosto de 2015

No se puede fingir.

No se puede fingir ser quien no eres.
No se puede fingir querer a quien no quieres.
No se puede fingir ser feliz si no lo eres.

Estamos acostumbrados a guardar problemas, secretos, pero sobretodo sentimientos. Pero en las noches, bajo la oscuridad sacamos todo eso y tiramos de la anilla para que nuestro corazón explote. 
Y lo que provoca son las sonrisas fingidas y las ganas de llorar reprimidas. Y las consecuencias son los ojos rojos y la piel de gallina, los gritos callados y el pinta uñas negro a juego con nuestro estado de ánimo.

Estar triste es una consecuencia de no estar a gusto con algo que te rodea, y ese algo acaba englobando a todo lo demás. Si no estás satisfecho con tu cuerpo, te sentirás mal y la burbuja irá sumando cosas como que no te apetezca salir, no quieras hablar con nadie, y eso acaba rellenando una gran, gran burbuja que explota. 

Cuando explota tu yo depresivo te dice que así harás daño a los de tu alrededor, así que te acabas alejando de ellos y te creas un espacio triste dónde derrumbarte sin que la onda de la explosión alcance a nadie. Pero sin embargo la parte vengativa de nosotros nos dice que nos pongamos en el centro de los problemas y estallemos en el medio de ellos, pillando por sorpresa a toda esa gente que nos ha hundido, hundiéndolos a ellos con nosotros. Pero siempre hacemos la primera opción, porque la tristeza gana a cualquier sentimiento.


domingo, 30 de agosto de 2015

Éramos demasiadas cosas.

Te miré a ciegas, viéndote pero sin verte, solo veía tus cosas buenas, las malas habían desaparecido.
Éramos nuestros corazones nerviosos bailando en nuestros pechos temiendo que salieran de ese cofre del tesoro.
Éramos las mariposas rebeldes que se volaban libremente en el interior de nuestros estómagos.
Éramos ese roce desconocido pero tranquilizador, y a la vez nervioso.

Éramos demasiadas cosas y todas las que nos quedaban por ser.

El roce fue distinto, el abrazo fue cálido y antes de darme cuenta estábamos demasiado juntos para ser amigos y demasiado lejos para ser pareja, tus ojos brillaban de una manera especial a la luz de la luna y no sé por qué lo hice, pero miré esos  irresistibles labios. 
Un mundo estalló cuando acercaste tu cabeza a la mía, quedé asombrada y al poco mis ojos se entrecerraron disfrutando de aquel placer desconocido. 

Al separar los labios y mirarnos a los ojos, no sabíamos cómo reaccionar, pregunté nerviosa: '¿quién tiene la culpa?' Y me respondió: 'tú, por ser tan irresistible' 
Reímos a la par, y noté como mis labios ardían, no estaba mala, y tampoco tenía frío, simplemente era el primer beso que me hacía desear un segundo, y tercero, pero solo de sus labios.

Y así ocurrió, la luna fue testigo de la dulzura del momento. Y en nuestras mentes quedaron grabadas esa noche de luna creciente. 

sábado, 29 de agosto de 2015

El hielo también quema.

IDespertar en mitad de la madrugada con ese sabor amargo en la boca de recuerdos imborrables que se repiten como si el disco duro de tu cabeza se hubiese rayado y no consiguiera avanzar más que en ese instante de aquella noche. 

Todo avanzó tan rápido que no me di cuenta de que el sol se alzaba por el horizonte, porque estaba demasiado ocupada memorizando cada pestaña de tus ojos y cada mancha de tu iris. 

Demasiado ocupada para reparar en algo que no fuera tu lengua haciéndose paso entre mis labios y tus manos dando suaves caricias a lo largo de mi columna vertebral. 

Estaba demasiado ocupada para saber la hora que era, pues el tiempo pasa demasiado rápido cuando quieres que no acabe ese instante, y allí estábamos tu y yo, con la respiración entrecortada, pero a la par, con los mofletes sonrojados y los labios irritados después de la pasión.

Estábamos locos, el uno por el otro, diciéndonos bajito pero también gritando 'te quiero' y que bien suena dicho por tus labios y desde el más profundo lugar de tu corazón. 

Créeme que esta vez, sentí que era de verdad y que podríamos empezar de cero, pero con mucho más cariño, pues todo estaba perfecto, tu y yo, cogidos de la mano y cada dos pasos, cuatro besos, cada cuatro besos un par de 'te quieros' y así hasta cansarnos de parecer dos idiotas y echarnos a reír hasta dolernos la barriga. 

Todo fue verdad durante unas cuantas horas, y al llegar a casa, sentí que todo estaba en su sitio y que podía detenerse el tiempo porque yo había encontrado la razón por la que seguir en pie, sonriendo. 

Pero el sol le pudo a la oscuridad y ni siquiera miraste los labios que habías estado besando de madrugada, ni si quiera te reparaste en que mis mofletes seguían sonrojados y que seguía esa sonrisa de idiota en mi cara. Y entonces lo comprendí, comprendí que había sido un error.

Quería llorar, pero no, no iba a dejar salir una lágrima de mis ojos, no por amores fugaces, ya no lo permitiría. Estaba tan rota que cortaba y a parte de ello me hice de hielo, y lo que no saben, es que el hielo también quema.





Familia

Puedo parecer solitaria, pero es que es realmente lo que soy. Con golpes y caídas he aprendido que se confía en los que forman tu familia, porque créeme que como los hermanos o primos no hay nadie, y hablo de los de verdad, de los de sangre, de los que sabes que aunque te caigas y estén en la otra punta del mundo van a curar tus heridas como nadie más podría hacerlo. La experiencia me hizo así, ¿así? Si, siempre agradeceré tener la maravillosa familia que tengo, la que me ha apoyado en todo, porque todos los recuerdos que tengo felices son al lado de ellos. Ellos fueron los primeros en verme y en quererme, y para mi... Bueno, para mi son lo más importante de mi vida.

Pero más que mis padres o demás familiares, lo más importante es mi hermano. Os juro, y dejo testimonio, que mi hermano es la fuerza que me hace falta para seguir andando descalza en un camino lleno de cristales. Y no me gusta llorar delante de él porque sé que aunque nos peleemos siempre se preocupa por mi. A veces me da la sensación de que le debo mucho a mi hermano, ya que para él yo soy todo, y me lo demuestra, a su manera. Pero yo, yo no sé hacer eso, soy inexpresiva, no sé cómo demostrar que quiero alguien.
Y tal vez deba aprender a demostrar todo lo que llevo dentro. Diréis ¿inexpresiva? ¿Tu lees lo que escribes? Si, pero las palabras no lo son todo. Porque las muestras de afecto, con abrazos en el momento adecuado y tal, son mejor que cualquiera de los mogollones de palabras, que en verdad son sentimientos enmascarados.

Quiero...

Puedo desear tener buenas noches, pero créeme que descarto la idea de que cualquier cosa sea buena si tu no estas a mi lado, conmigo. Sonriéndome al ver mis logros, ayudándome a superar mis caídas y celebrando los sueños realizados. 
Quiero tumbarme en la cama y al instante cerrar los ojos mientras mi cabeza descansa sobre tu pecho, y quedar profundamente dormida con el acompasado ritmo de tu corazón, que sin dudarlo es la nana que me duerme.
Quiero soñar que la oscuridad es solo eso, oscuridad, porque sé que estás conmigo, incluso imagino que oigo tus latidos cuando tengo pesadillas. Y me impresiona la facilidad con la que calmas mis demonios, esas voces que gritan y me asustan. 
Quiero despertar y tener unos buenos días, porque lo serán si estoy contigo.

Quiero, quiero, quiero, y todo lo que quiero es contigo.


miércoles, 26 de agosto de 2015

Cuando el sol se esconde...

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel la sensación tan increíble que producían tus caricias y tus besos, tus mordiscos y te quieros.

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel que después de esto nada volverá a ser lo mismo, noto que mis lágrimas están al borde del abismo, pero no quiero que sientas culpa por dejarme caer en la noche junto con los monstruos.

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel lo que contuve anteriormente, salió a la luz de la luna, junto con una balada triste resonando en mis oídos, pasando rápidamente los recuerdos por mi mente, pero con el tiempo justo para lamentarme.

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel que esta noche solucionará las cosas y que mañana podré volver a encontrarme entre tus brazos. Pero que ingenua, yo sola metí la pierna derecha, y la izquierda, me metí de lleno en el pasado.

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel como disfruto de ese tacto del pasado que me abraza y me destroza con besos y te quieros. Revivo las caricias que creía extinguidas, y me parece tan familiar el momento que me dejo guiar sin pensar en consecuencias.

Cuando el sol se esconde y la noche es más oscura se repite en mi cabeza y noto en cada poro de mi piel que son amores diferentes y que no podré querer a nadie como quise a ellos. Parece que me gusta lo difícil, pasarlo mal y engañar a mi conciencia, pero también me gustan las caricias y los besos sin miedo, por eso también me gusta lo sencillo, que me traten bien y no engañar a mi corazón. 

domingo, 16 de agosto de 2015

Lo siento.


Desperdicié mi felicidad, era todo lo que tenía y en silencio me arrepentía de no demostrar todo lo que llevaba dentro. Me arrepentía de no besarte a cada segundo, de no ser esa chica pegajosa que te mereces, de no ser esa que sabe exactamente qué te pasa en cada instante. Me arrepentía de seguir en silencio cuando me decías que me querías y que era lo más importante para ti. Me arrepentía de ser tan fría.

Y como todo tiene que pasar, pasó, fue el fin y no quise que me vieras mal, pero estaba jodidamente destrozada. Me guardé las lágrimas e hice como si no me importase el hecho de que ya no es un nosotros es un tu y yo, pero por separado. Y eso ardía en mi interior, desgarraba mi pecho, y las murallas que habían desaparecido volvieron a crecer como si de hierbas se tratase. Esta vez yo tenía el mejor papel en esta obra y el maquillaje sienta bien si sabes cómo hacer que quede natural, un poco de corrector en las ojeras y una pizca de alegría muy bien fingida, y sería suficiente para que todos creyesen lo bien que no me encontraba.

Pero algo sucedió y entre trago y trago asomó una lágrima, y en ese momento supe que no iba a poder dejar de lamentarme, tenía mucha pena guardada, en realidad no había sido feliz con nada, todo lo había hecho por los demás y yo estaba hundida como el Titanic confesándole a mi mejor amiga que ojalá yo no siguiera con vida. Porque todo era una mierda y jamás nadie me había querido de verdad. 
Entonces, mientras mi amiga me gritaba que dejara de decir tonterías y me abrazaba para ahogar mis lamentos me di cuenta que lo necesitaba, porque yo le quería, le quería de verdad. Volvieron a brotar las lágrimas, y grité que lo necesitaba y que lo echaba de menos, uno de los primeros fallos para que todo se arruinara. 

Cuando me tranquilicé estuve hablando con unas amigas y él apareció, y por una vez, sabía que estaba mal, lo sabía y no iba en mis mejores condiciones, yo le había hecho que estuviese así, él me había oído sollozar. Pero ahora no quería estar con él, necesitaba a otra persona, y por muy raro que parezca ahora solo necesitaba que mi ex ex, que en verdad era un completo idiota, me abrazara fuerte, porque así me sentía segura, entre sus brazos. Y ese fue otro fallo, abrazarle delante de el chico por el que había estado llorando un par de minutos antes. 

Levanté una coraza antes de perderme entre sus besos y su aroma varonil, pero de poco sirvió. Porque una vez más volví a encontrar la paz entre sus labios y sus falsos te quiero. ¿Sabéis eso que dicen de: lo malo no es tropezarse con una piedra, lo malo es encariñarse de ella? Pues eso me había pasado a mi, que ese error era en el que siempre caía, en el de volver a perderme entre su piel. 
Y ese era otro fallo, ya van tres en una noche, soy insuperable en esto de cagarla a tope. 

El día siguiente transcurrió un poco tenso, pero con normalidad hasta que calló la noche y tuve que poner las cosas sobre la mesa, y joder, que mal lo hice, esa risa tonta me invadió y acabé por cagarla más que nunca. Ahora todos me odiaban, había conseguido volver al principio, a mi oscuro pasado y como dolía verte sola, otra vez. 

Solo me queda algo que decir, que no es agradable hacer lo que hice y que lamento cada segundo de mi existencia desde que esa noche pasó. No sé qué pasó por mi puto cerebro para que hiciera eso. 

Creo que con dos palabras no se puede arreglar todo, pero más vale dichas que guardadas. 


LO SIENTO.



miércoles, 17 de junio de 2015

Ayer tuve insomnio...

Ayer tuve insomnio, y mientras intentaba dormir pensé en las ganas que tengo de llegar a mi meta. Y de que no me importa que haya cierta gente que no sepa valorar lo que escribo, porque esa gente no tiene ni idea de lo que son los sueños.
También pensé en que soy demasiado joven para encontrar el amor de mi vida, y que no lo necesito, tengo a mis libros que lo sustituyen. Me he convencido, de que he sufrido tanto por mi culpa, por perseguir algo que no era cierto, por querer enamorarme y enamorar a esa persona, solo por no sentirme sola.
Es difícil de explicar, es esa sensación de tenerlo todo y luego nada, de añorar los mimos y las buenas palabras, los agradecimientos por existir y cruzarme en tu camino. Son esas pequeñas cosas a las que nos acostumbramos, pero que nos siguen sorprendiendo.
Y dime ¿a caso merezco tanto dolor? Te diré que si, porque ahora, soy así por ello, porque el dolor, cambia a las personas. Y la empatía se consigue con sufrimiento.
Pero enserio, dime que hacen esa gente que no se expresa, ¿cómo descarga sus sentimientos? Me da igual si es en lienzo, con papel o con melodía, pero ponte manos a la obra, y define lo que sientes.

Nuestro corazón.

Nuestro corazón es como una cebolla, está lleno de capas que protegen nuestra esencia.
Sin embargo cuando empezamos a destapar y nos damos a conocer, acabamos destrozados y con más capas cubriendo nuestros sentimientos.
Y algún día, en uno de esos tantos intentos por saber quién eres y darte a conocer, alguien verá esa esencia en ti, y créeme que tu corazón empezará a arder y esa llamarada, no se apagará.

En ese conciso momento, habrás descubierto el significado de lo que es amar, y que te amen. 
Pero aunque esa llama no vaya a apagarse de la noche a la mañana, va ir perdiendo intensidad, como las relaciones.

Y entonces dejarás de llorar porque no te quieren, habrás descubierto que para empezar a querer a alguien, primero tienes que quererte a ti. 

lunes, 15 de junio de 2015

Cicatrices e inspiración.

-Pingüinito: ¿Cómo puedes escribir así de bien?
-Lu: Es fácil y sencillo.
Cojo un pedazo de mi roto corazón y hago un pequeño corte en mi dedo índice y con los sentimientos ocultos que había en ese trozo escribo otro texto.
-Pingüinito: ¿Tu crees que ese corazón tiene arreglo?
-Lu: Las tiritas ya no cubren las heridas, las heridas no cicatrizan y las cicatrices antiguas se abren porque el dolor escuece demasiado para mantenerlas en forma de recuerdo.
-Pingüinito: Pues yo creo que esas heridas tienen una cura, cicatrizan si dejas de pensar en ellas. Es difícil pero no imposible. ¿Por qué no intentas que se vayan? 
-Lu: Porque en mi brazo izquierdo están marcadas las interminables noches de llantos y desvelos que sin exagerar eran dos horas mi sueño diario, y veintidós mi pesadilla en la realidad. En mi brazo izquierdo quedan marcados aquellos amores fugaces que duraron demasiado tiempo en mi corazón y no sé sintió lo mismo por mi. Allí quedó grabado un pasado que a día de hoy me hace superarme, y no me avergüenzo de mis males ya pasados. Porque gracias a ellos, ahora soy una guerrera con la cabeza bien alta y que no se tapa sus heridas de guerra. Y si alguien osa preguntar a qué se deben mis heridas, con inmensa alegría le explicaré de dónde viene el sol que iluminó mi oscuridad en aquel tiempo de soledad.

viernes, 12 de junio de 2015

Nudillos magullados...


Hago lo imposible por aguantar mis sentimientos, por no ser sensible, por no acabar con todo. Pero todo es más fuerte que mis intentos y escapo de tu mirada con simples excusas. Necesito volver a estar contigo, pero me recuerdo lo que odio ocultar mis sentimientos. Cojo mis deportivas y me pongo a andar sin rumbo, pero de pronto mis recuerdos estallan y se convierten en lágrimas que pueden conmigo. No puedo mantenerme en pie, las decepciones pesan demasiado para este corazón tan partido. Intento levantarme, poco a poco, y sin éxito, estoy por rendirme. 
Entonces recuerdo que si no puedes con tus sentimientos, libera tu rabia. Mis nudillos magullados son un claro ejemplo de que las decepciones pesan un poco menos y que aunque mi corazón este partido, puede seguir luchando por un amor que espero que sea correspondido. Pues ya me he hartado de donar mi corazón sin recibir nada a cambio. 
El dolor de mis nudillos es la menor preocupación, pues duele más el corazón que esta partido y sin arreglo. 
Estas heridas no se curan con tiritas, se curan con cariño y amor.

Solo estoy...


Hoy tendré que volver a verte, saludarte y sonreírte como si nada hubiese pasado. Tendré que volver a reírme con tus tonterías, hacer como si no me importara el hecho de que hagas aquello que me hacía quererte un poco más, tendré que ignorar que me molesta ciertas cosas que haces. 
Tendré que volver a fingir que estoy de una pieza, que no estoy rota, solo estoy destrozada sentimentalmente. 

domingo, 7 de junio de 2015

Noche del diez de mayo...



Cariño, desde que te fuiste en esa noche del diez de mayo sigo sumida en esa oscuridad donde pasan los días y no amanece. Cariño, no sé cuánto me he mentido haciendo como si no me importará el hecho de que ya no es un nosotros, es un tu y yo, pero por separado. 
No sé a quién intento engañar, todo lo que necesito es despertar de esta pesada realidad. 

¿Por qué?¿Qué nos ha pasado? Sigo soñando contigo, que nada nos ha destruido. Seguimos odiando la distancia que nos impiden los abrazos, los besos. ¿Dónde está todo?¿Te he dicho ya todo lo que te necesito? Enserio, dime qué hacer sin ti.
No lo niego, me creí más fuerte de lo que fui, quiero decir, de lo que soy. Pues sigo existiendo pero sin ti, y eso es como si nadie supiera que sigo aquí.

Cariño, me dedicaste el sol, pero no es suficiente para iluminarme. ¿Por qué?¿Por qué no vienes y nos comemos a besos? Y así mientras me sonríes pienso los próximos versos. 

No soy capaz de concentrarme, todo me recuerda a ti. Desde mis libros hasta mi movil, pasando por las tardes de risas sin condiciones.

Ya he dejado de llorar, tal vez porque ya no me quedan lágrimas, pero en mi interior sigue desatándose una gran tormenta por quererte y no tenerte. No digo que seas un objeto, digo que quiero verte y que todo sea lo de antes. Que los saludos sean sosos, y las despedidas dulces a pesar de ser amargas, no por nada, porque nos quedarán seis días y siete noches para que nuestros labios vuelvan a encontrarse. Seis días y siete noches para echarte de menos. Pero esos días y noches se han convertido en meses, y solo hago que echarte de menos sin que nuestros labios se encuentren.

Volveré a verte



Sé que hoy volveré a verte y aunque quiera, no podré pronunciar otra palabra que no sea 'hola'. Pero un 'hola' seco, y cargado de significado, porque no será un simple hola, será la manera de recordar todo de nuevo. O tal vez, no sea ese hola el que se encargue de que los recuerdos vuelvan, tal vez, somos nosotros los que nos dedicamos a recordar ese período. Tal vez, simplemente solo sea yo quien eche de menos tus caricias, tus abrazos y tus besos, y que no sé si tu habrás adoptado mis pequeñas costumbres, pero antes de que el tu y yo se separará yo no las tenía, solo formaban parte de ti y ahora, son recuerdos que hacen que te añore más todavía.

sábado, 30 de mayo de 2015

Querida Demencia...

Esto no lo he escrito yo, lo ha escrito un amigo con el que tenemos el reto de escribir un libro, ¿qué os parece como ecribe? Anda, leer aquí abajo. 


El monocroma de mi mundo exploto en colores al verte ¿y ahora qué hago?, si me he enamorado de un cúmulo de bits y kilómetros de distancia y nostalgia. Que cuando sonrías me miras, se que me miras, congelada la pantalla.
He gritado tu  nombre y no pareces enterarte, los minutos se suceden y mis noches en vela viendo tu sonrisa se vuelven borrosas.
Ayer me respondiste, y mis amigos me llamaban idiota por la sonrisa que llevaba tatuada en la cara, ojala fueran tus besos la sensación en mis mejillas.
Siempre me imagino el olor de tu pelo mojado, como si al verte pudiera olerte, las mil fragancias. Las gotitas que como rocío en la rosa más preciosa se deslizan por tu cuello de cisne.
He escrito mil cartas a tu apartado que ya me sé de memoria, todas rotas y hechas cenizas en mi basurero, todas tinta borrosa de rabia e impotencia por mi insuficiencia, por no ser ni la mitad de lo que te mereces, que mis sueños se vuelven pesadillas al verte y no tenerte, que te atravieso en la nada de pixeles de mi pantalla, que su mirada vacía me ve sin verme, que mi abrazo relleno de frío no encuentra tu cuerpo, que jamás llegaré a tocar los lunares de tu espalda con cada yema de mis dedos.
He decidido enviarte esta carta por fin, sin leerla de nuevo, sin romperla de nuevo, siendo cúmulo y enredadera de pensamientos y deseo.
Aún no te he besado, aún no te he abrazado ni olido, aún no te he dicho te quiero sin tener tu mano pegada a la mía, aún no te he llevado a los sitios tan bonitos que pienso llevarte cuando vengas.
Y piensas en mí, dices. Que a veces sueñas que te abrazo y te mimo, y te pones triste.
Y la verdad que me encanta, si supieras lo bonita y mona que te pones cuando estás triste.
Eres tan bonita.
Y qué suerte tenerte.
Por que estás, estás a mi lado.
A veces no sé que más decir, me faltan las palabras, también faltan actos y caricias, sonrisas y risas, tequieros y abrazos.

Y como bien sabes te he ganado limpio, en un instante te tuve, pero no entre mis brazos.

Hasta siempre.


jueves, 28 de mayo de 2015

En tus ojos



Si desde que mirarte a los ojos pude, descubrí que mi mundo se encontraba en ellos y que algún mecanismo había, llámalo amor u odio, llámalo como quieras, pero allí me quedé. Congelada con tu mirada, y sin ninguna explicación el tiempo empezó a correr. Los minutos que había pasado en el verde de tu bosque, pudo con todo el tiempo que en el infierno había habitado. Y el rojo se convirtió en verde, mis ojos sanaron con tan solo mirar los tuyos.


lunes, 11 de mayo de 2015

Déjame decirte...

Cariño, aunque ya lo sepas, déjame que te lo diga una vez más. Déjame que te diga que poco a poco has hecho que sonría un poco más, que me olvide de todo, que me de igual lo que me digan. Déjame decirte que poco a poco has hecho que caigan las preocupaciones, que dejen de salir lágrimas de tristeza. Déjame decirte que poco a poco, sin ni siquiera darte cuenta has hecho que no pueda vivir sin ti. Cariño, déjame decirte que te necesito, que aunque no lo creas cada vez que hablamos en mi interior revolotean mariposas, que cada vez que te veo se me acelera el corazón. Déjame decirte que cada vez que quedamos a solas estoy nerviosa y que me tranquilizo en el momento que oigo tu voz. Déjame decirte que cuando estoy contigo me olvido de todo, que el tiempo pasa demasiado rápido, y que no me doy cuenta de lo mucho que me gustan esos pequeños momentos. Cariño, déjame decirte que calmas mis miedos, haces que mis sueños sean más alcanzables, haces que no me rinda en esta vida de esfuerzos. Déjame decirte que contigo soy feliz, que no necesito nada más que tu sonrisa para que olvide mis males. Déjame decirte que tus besos son más dulces que la miel, que si cierro los ojos es porque creo estar soñando, me encanta que me abraces. Déjame decirte que adoro que me llames pequeña o amor, déjame decirte que son buenas noches porque me las das tú. Cariño, déjame decirte que te quiero.

viernes, 17 de abril de 2015

Tiempo.

"Quieres tiempo, yo te doy lo que quieras, pero no lo cojas todo a ver si nos quedamos sin tiempo para estar juntos."

Tal vez fue eso lo que te hizo reflexionar, o tal vez es que no puedes estar sin mi. 
He de confesarte que aunque te di a elegir, no quería, es decir, prefería tenerte conmigo. 
Pero tomaste una decisión, y fue estar ausente en esta guerra que no sabes si luchar o no.
Parece que lo intentas, pero siempre hay algo que te hace retirarte del combate. Dímelo, dime qué es eso. Porque me muero por descubrirlo, no sé si lo sabes, pero cada vez que te alejas, una estrella se apaga, y no, no hablo de las del enorme terciopelo. Hablo de la esperanza de mi corazón marchito, que aún sin ganas es incapaz de no amarte. 

Y mientras te espero, todo lo vivido se me viene encima.

No sé si sabes que mi día empieza con tu mensaje deseándome un feliz día, pero te diré una cosa, no son felices días porque no puedo abrazarte, ni besarte. Pero sigo adelante, echándote en falta en mi día a día. Sigo sin ti, pero contigo. 

¿A caso hay algo más bonito que cuando sonríes entre beso y beso? Te prometo que no, que esa sonrisa es lo más bonito que hay. Bueno, a lo mejor hay algo que lo supera, tal vez esos abrazos en los que me estrujas y casi me quedo sin aliento. 

Me gusta sentirme pequeña en este mundo tan grande, pero a la vez, juntos somos tan sumamente grandes que el mundo se nos queda pequeño. Por eso, nosotros, juntando nuestras manos, hemos creado uno a nuestra medida. Donde todo es posible, y quererte es la única norma. No existen más distancias que los centímetros que nos separan, pero a veces los extinguimos con abrazos y algún que otro beso. 

Antes de darte tiempo y tu cogerlo, valora nuestro mundo y recuerda, todo puede cambiar. El tiempo no cura nada, el tiempo separa y nos hace distintos, nos cambia y ya, nada será igual. 
¿Por qué? Porque las costumbres se pierden, y los corazones dejan de sentir lo mismo. Pero tranquilo, yo te espero con el corazón en las manos, si ves que no estoy en el sitio acordado, espérame cinco besos de los nuestros pues tal vez me haya retrasado y por eso llego tarde.
Si tardo más de eso, es inútil que esperes más porque me habré ido y en tu mente los recuerdos se amontonarán. Entonces recordarás que te avisé de que si tardabas mucho tiempo nos dejarías sin tiempo para nosotros, para estar conmigo. 

Ahora no te arrepientas, he rehecho mi vida sin ti. Dame un tiempo para ser feliz, si quieres te aviso cuando acabe. Pero espérame tanto como yo lo hice, seguro que no tardo en llegar. Ya sabes, esta vida no es muy justa, y a veces lo que creías que duraría se fue y no quedó nada.
Pero insisto, espérame donde siempre que  estoy llegando aunque no haya salido aún de casa. 

jueves, 2 de abril de 2015

Lo que resurge del agua, vuelve a ella.

Tantas bocas dijeron que merecía más que nadie y sin embargo nadie me ha dado lo que supuestamente merecía. Tantos labios dijeron que no eran dignos de rozar mi piel y llega alguien que lo intenta, que rompe las normas. Que me besa, que me abraza, que me destruye con cada caricia. Que se va y me deja muerta, derrotada, sin nada por lo que vivir. Pero no, no pienses que estoy loca, que hoy no saldré a flote y tal vez mañana tampoco, pero cuando salga, saldré y todo el mundo me recordará siempre. Ya no seré esa chica débil que se hundió en su propio mar de lágrimas, esa chica se quedó allí, hundida en su tristeza. Y la que un día resurja de las aguas no será otra que su alma, con más fuerzas, más alegrías y más sabiduría necesaria para no sufrir tan a menudo. Esa chica no será otra que yo. 

Queda mucho camino por recorrer, mucho océano que cruzar, quedan muchas cosas por hacer y poco tiempo para realizarlas. Tal vez hoy esté aquí, sentada, escribiendo esto mientras una lágrima rebelde se escapa del frasco de mis ojos. Pero quién sabe si mañana estaré aquí otra vez, o si estaré allí arriba o tal vez abajo, tantas estupideces cometí que me toca sufrir una vez más durante toda la eternidad. Pero con sacrificio saldré de ese centro de llamas ardientes y volaré como el ángel que fui, ya no dejaré de volar. Volveré a ser el ángel guardián de esa niña con ojos marrones que me quitan el sueño con solo una mirada, de esa niña que se desvela por sus monstruos y no sabe qué es lo que le atormenta, entonces cuando esa niña piense que no puede más, le daré un aliento más para que siga viviendo, para que pueda ser mejor que su antigua sucesora. No quiero verla con alas, quiero verla con cola de sirena. Su pelo es tan bonito bajo los rayos del sol que se filtran en la profundidad del mar, quiero que no vuele, quiero que se quede allí, en las profundas aguas que su yo anterior creó con sus lágrimas. 
La niña se pregunta tantas veces el por qué no puede llorar, es tan simple y tan complejo, es el mar donde ella vivirá, esas son todas sus lágrimas. 

Tarde o temprano alguien sabrá de esto, alguien sabrá que esa niña es fuerte porque yo le acompaño en esta vida de humana que poco tardará en convertirse en vida de sirena, y ya nada podrá pararla, cruzará el océano de norte a sur, y siempre con esa preciosa sonrisa iluminando su camino. 
Lo que resurge del agua, vuelve a ella.

Un pingüino.

Esto lo ha escrito un amigo, subiré alguna cosilla más de él y lo indicaré con el nombre de 'Pingüino' espero que os guste.

“El día que te vayas
no habrá más miradas,
no habrá más sonrisas,
no habrá más abrazos.

El día que te vayas
el día se volverá gris,
la noche se volverá triste,
el tiempo correrá más lento,
la luna ya no saldrá.

El día que te vayas, 
no será lo mismo, 
desaparecerá de mi corazón la mancha azul de tu mirada.

El día que te vayas, 
ya no volveré a ser yo mismo,
mi corazón estará vacio...
VACÍO PORQUE NO ESTÁS TÚ.”

domingo, 29 de marzo de 2015

Guerra.

Una vez luché en una guerra lenta, en la que aun sabiendo que perdería la razón aposté hasta mi corazón. 

Ni me preguntes como empezó, que si un zoo en la barriga, que si un hormigueo en la punta de los dedos, que si unos nervios que no existían, que si tus suspiros pudieron conmigo. 

Empecé a tiritar, mis pelos de punta se pusieron, no recuerdo que hiciera frío, pues estábamos en verano, en uno de esos días que ni el agua más helada te disminuye el calor que tu cuerpo tiene acumulado. Es posible que me estremeciera ante el roce de nuestra piel, o tal vez ante tu aliento o no sé lo que fue, pero me dejó el cuerpo congelado y el corazón ardiendo. 

Ni me preguntes qué pasó, que yo solo recuerdo que mi mano ya no iba en el bolsillo, si no, cogida de la tuya, ya no había sequía a pesar de ser verano, ya no había calor a pesar de ser agosto, ya no había un secreto que pudieras ocultarme.

Yo quería que me mirases como a ella la mirabas, pero todo era difícil si solo tenías ojos para ella y yo solo ojos para ti. No sé como paso, si fuiste tú o fui yo, no sé si nuestros labios se juntaron o solo fue un roce, no sé que fue lo que tanto me gustó, tal vez tu aliento, tú y la manera que veíamos el mundo. No recuerdo más bonito reflejo que el de tus pupilas, no recuerdo más bonito sonido que el de nuestras risas, más bonito silencio que el de nuestras respiraciones a la par, más bonito mundo que el nuestro. 

Marcaste el principio de mi nueva vida, pero también el final. Me enseñaste que por mucho que ames a una persona no siempre el sentimiento es mutuo y no siempre se sale ileso de ese amor que es una guerra.

A día de hoy te doy gracias por hacerme ser quien soy ahora. 

martes, 24 de marzo de 2015

Lluvia.

Frías son las gotas del cielo, hablo de la lluvia que me acompaña en este día de tristeza.
Cálidas son las gotas de mis ojos, hablo de los recuerdos líquidos, los convertidos en lágrimas.
Frías son las gotas que me bañan, que me empapan, que me enfrían.
Cálidas las gotas que resbalan por mis mejillas, que bañan mi rostro y que enfrían mi alma. 
En el jardín de las rosas, todas tan rojas y una tan marchita. Es mi corazón que se ha congelado, se ha marchitado como esa rosa del jardín que un día fue roja y ahora que fue arrancada de su tierra, de mi propio cuerpo, se ha ido congelando y rompiendo. 

Los pétalos agrietados y secos que un día fueron bonitos y rojos, son como los pedazos dañados y estropeados de mi roto corazón. Solo queda el odio reinando en mi interior, solo quedan espinas donde antes hubo un corazón. 
No me pidas que vuelva a florecer, porque esta rosa está marchita. Este corazón está cansado de tanto sentir amor ante ti, y tanto dolor ante las decepciones. 
Unas veces dices que sí y otras que no, cuando dices sí quiero pensar que es cierto, algo en mi interior quiere que sea así pero la lógica y la experiencia me grita que no, que ni hoy ni mañana tampoco. Quiero creer que me equivoco con que el no es la respuesta correcta, pero no se trata de lo que creo se trata de lo que quiero. ¿Y sabes qué es lo que yo más quiero? Está claro que no eres tú, es solo un corazón entero y sin heridas, un corazón que pueda amar sin tonterías, un corazón nuevo para amarme de nuevo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Te necesito.

He pasado de echarte de menos a necesitarte a cada segundo y es que soy capaz de matar por ti y morirme con tus besos. En sueños te abrazo, pero no es suficiente porque eso no alimenta la sed de tu saliva. Cada vez que tengo miedo te necesito como una niña. Cada vez que tengo un día duro necesito tus abrazos protegiéndome del mundo, tus besos resguardándome de problemas amargos, tus palabras resonando en mis oídos para no escuchar ninguna otra voz, tus ojos clavados en los míos porque el reflejo no hace daño. 

Solo me encuentro perfecta cuando estas conmigo y yo contigo, cuando somos dos cuerpos con un mismo corazón. Solo me siento feliz cuando te tengo a ti. Y cuando nuestra respiración va a la par, al mismo compás, es cuando siento que el mundo se ha detenido. Que el tic-tac lo marca nuestro corazón, y que cada sonrisa es el principio del día. Que tus ojos iluminan mi vida, tus ojos son la luz que mi alma necesita. Tus labios son mi mayor perdición, no encuentro otra unión más fuerte que la de nuestras manos enlazadas. 

jueves, 26 de febrero de 2015

No quiero que lo hagas.

No vale lo que escribes, 
lo que vale es lo que expresas. 

No quiero que lo hagas,
no lo vuelvas a escribir
ni un 'hola' en tú sonrisa,
ni un 'adiós' en tú mirada. 

No quiero que lo hagas, 
no lo vuelvas a escribir
porque las palabras
están de más en ti. 

La poesía o la prosa,
o lo que quieras escribir,
fluye igual que el mar que nos separará. 

Fluyen de tus ojos marrón café 
el no dejarme dormir.

Eres el insomnio con el que no puedo lidiar,
eres la sonrisa que no puedo olvidar. 

Tan solo quería olvidarte.

Tan solo quería olvidar tu nombre, tu sonrisa, tus palabras o mentiras. Tan solo quería olvidarte.
Pero no pude, solo me lastimé, me herí, acabé conmigo. Tal vez también acabé con los que un día me quisieron o tal vez aun lo hagan. Tal vez no acabé con tu recuerdo, pero acabé con mi felicidad. Mi felicidad, que bonito recuerdo. Ya no la tengo desde que no estás a mi lado, conmigo.
¿Por qué a ella? ¿Por qué te la llevaste a ella? Haber cogido la depresión, o tal vez mis ganas de echarte de menos. ¿Por qué no cogiste mis lágrimas? Así ahora no podría estar llorando por ti, pero lo hago. Lo hago porque tu las provocaste, lo hago porque no las paraste. Lloro, porque me he vuelto débil, tan débil que hasta una racha de aire puede conmigo. 

Soy como un mendigo pidiendo limosna, la diferencia está en que yo no necesito limosna, yo te necesito a ti. Pero es tarde, estoy cansada y sigo agotándome contigo. Que sé que no lo harás, que no volverás, pero la esperanza es lo último que se pierden. Aunque yo creo que es lo primero que perdí. 

Tal vez mis manos desecharon nuestras fotos, pero mis recuerdos son más fuertes y aun te necesito. Necesito tus miradas, tus ojos marrones, sencillos pero peculiares. Necesito tus sonrisas, pero no solo eso, también te necesito con tu cariño. Con el cariño que me demostraste alguna vez, no sé si fue real o tan solo lo inventaste. Pero lo necesito, porque con él, mi felicidad estaba a flor de piel. 

Nunca supe decírtelo, pero oye, que te quiero. 

miércoles, 25 de febrero de 2015

Puedes conmigo.

Esto es demasiado. 
Puedes conmigo, me agotan tus esfuerzos por alejarnos. No sé por qué lo intentas, si sabes que siempre caerás en mis redes al igual que yo caigo en las tuyas. Porque con tan solo una mirada me sonrojo, porque eres tú y nadie más.
Y lo sabes, sabes que no estaré por mucho más tiempo a tu lado; pero sigues, sigues poniendo distancia a nuestros sentimientos. 
Y me pregunto si te darás cuenta alguna vez. Creo que si lo harás, pero cuando ya no esté, cuando me haya ido y no podamos compartir momentos juntos. Entonces, solo entonces te arrepentirás de no haberlo hecho. Te arrepentirás del error que cometiste, porque he visto esa sonrisa y créeme que jamás te he visto sonreírle así a otra. 

Te olvidas de que estoy ahí para ti y por ti, porque aunque la distancia nos separe, los recuerdos nos unen. Porque al igual que te quiero a distancia, te quiero aquí a mi lado. Porque eres tú, no hay nadie más. 

Que te quiero, y que no te dejaré marchar.

lunes, 23 de febrero de 2015

(Paréntesis)

(Empiezo un paréntesis en mi vida que no sé cuanto durará, pero espero que mucho. Porque después de tantos años tragando mierda y sufriendo a llegado mi hora, y no, no es la hora de aventuras, ni la hora de decir adiós; es la hora de ser feliz. La hora de olvidar todo lo pasado y disfrutar de lo presente porque me lo merezco, igual que tú. Es difícil no sentirse extraña cuando un nuevo aspecto aparece ante ti, me explico, es difícil sentirse como antes una vez encuentras a una persona que mata por ti, y se muere por estar contigo. Y que esa persona sea la misma por la que te mueres. Porque un día dos personas que se odiaban se dieron cuenta de que no servía de nada. Dos personas que se aman, porque un día se odiaron, yo no quiero que sea al revés, porque te quiero como nunca antes lo he hecho. Y por lo que parece, me correspondes como es debido, que sí, que te quiero ¿y qué más me da el mundo? Si mi mundo eres tú, solo tengo que preocuparme de ti. Porque nuestras manos enlazadas significan siempre unidos, de una u otra manera, pero siempre. Porque aunque me ha costado, he luchado por ti, he sido capaz de derribar las barreras que ocultaban tu corazón. He dejado que me quitaras los muros que puse un día, porque ese día me hicieron daño, pero tú, tú me has hecho superarlo. ¿Y si hubiera dejado de luchar por ti? Pues tal vez no te tendría, porque el esfuerzo da su resultado, y al igual que uno tiene que saber en que batalla ha de seguir; también tiene que saber rendirse. Porque no merece luchar por algo que esta perdido, al igual que no merece la pena luchar por algo no correspondido. Espero que este paréntesis dure, dure mucho. Pero quiero que dure contigo, a tu lado.)

domingo, 22 de febrero de 2015

¿Por qué?

-¿Por qué?
¿Por qué no lo haces? ¿Por qué no te alejas? ¿Por qué no me dejas? ¿Por qué no me olvidas? 

-Te diré por qué no lo hago, por qué no me alejo, por qué no te dejo, por qué no te olvido. 

No lo hago, porque no puedo; no me alejo, porque si te pasa algo me muero; no te dejo porque te quiero; no te olvido porque no quiero. 

Porque desde hace tiempo que siento esto, y me he dado cuenta de que ya no puedo, joder, no puedo ocultártelo más. Es que te conocí y mira que me caías mal, pero es que me has robado el corazón. Que he sido un idiota intentando que el tiempo me quitara este sentimiento extraño que siento hacia ti. Pero lo único que he conseguido es hacerte daño a ti, ¿por qué? No lo sé, no quería que esto cambiara, no quería que nadie nos mirara mal. Solamente quería hacerte feliz, y la única forma de que tu fueras feliz, era sin mi.

Pero me di cuenta de que no, de que solo te hacía daño. ¿Te crees que no sabía que llorabas por las noches? ¿Te crees que no sabía que tus rayadas eran por mi? Lo sabía, pero soy un idiota, y no te lo dije. 

-No puedes venir a mi, y utilizarme porque sabes que estaré ahí para ti. No puedes venir y dejarme con esta duda, con esta intriga. Porque esto es mortal para mi, me vuelves loca. 
Haces que con cada caricia mi corazón se acelere, y que nazca en mi una llama ardiente, que no sé si es el amor o la pasión, pero me gusta sentir esa cosa cuando estoy contigo. 
Eres tú quien me hace feliz, pero tú también me puedes hundir.

-Ahora a pasado mucho tiempo, tiempo que hemos perdido, tiempo que me ha hecho enamorarme más de ti. Tu te sientes utilizada, pero no, para mi eres la primera por encima de todo. 
Porque te quiero, joder, te quiero.


sábado, 21 de febrero de 2015

Siempre vuelves a mi.

Te intento alejar de mi, porque sé que tarde o temprano me harás daño. Pero siempre caigo en la trampa de tus labios. 
Siempre intentando alejarte y cuando creo que lo consigo, vuelves a mi. 

Y esta vez no va a ser diferente. 
Estamos distantes, ya no hablamos tanto, pero te echo de menos. Y aunque sé que no debo, te escribo primero y como si lo estuvieras esperando desde hace mucho, me contestas al instante. 
Primero me dices que no nos veremos, pero luego reflexionas y me dices que me acompañarás a casa. 
Pero luego dudo que pierdas tu tiempo en mi. 

Cuando mis esperanzas ya son nulas, apareces de la nada y me abrazas. Eso me hace sentir segura. Nos vamos, porque odio que la gente nos vea juntos, siempre tienen algo que inventar. 

A la luz de luna nos abrazamos. No sé que te ha cambiado, me acercas más a ti y me recorres el cuello con pequeños besos. Estoy perdiendo mis intentos de alejarte, y cuando voy a separarme de ti, te acercas a mi boca. Entonces pierdo el control, y me pierdo entre tus besos. 

jueves, 19 de febrero de 2015

El frío del invierno.

Somos un invierno helado por fuera, pero por dentro somos un verano en el desierto. Somos fríos con la gente, pero somos una llama de sentimientos. 

Somos una llama permanente que una vez se apagó. Se apagó con un cubo lleno de lágrimas, de lágrimas por ti. 

Pero vino otro, y la reanimó poco a poco, apoyándome en los momentos duros. Riendo en los momentos buenos, disfrutando de la vida conmigo. Porque no siempre lo mejor es lo que más se conoce, hay que lanzarse a la aventura.

Prefiero quedarme con un intento fallido que con una duda sin resolver. Hay que saber diferenciar entre tirarse al vacío por alguien y estar vacío por alguien. Si te tiras, que sea de su mano; si estas vacío, es porque no te ha correspondido, él tiene su corazón, pero también el tuyo. 

Prefiero ser reina de mis silencios que esclava de mis palabras. Los silencios puedes ocuparlos con palabras, las palabras no las puedes arreglar o cambiar porque si algo hiriente has dicho, quedará en la memoria por siempre. 

Cuando me miras a los ojos en busca de algo, ¿qué buscas? No me vas a leer el corazón, ni la mente. Fíjate en mis palabras o tal vez en los hechos. El problema es que la gente empezó a mentir con palabras y ya solo puedes fiarte de mis hechos, y te aseguro que no te engaño cuando te pico. Porque me gusta verte reír al hacerlo, me gusta sentir como me abrazas cuando hago como si me enfadará. 

En el fondo sigo siendo una niña, una niña que necesita tus caricias para tranquilizarse, una niña que necesita tus abrazos para desenfadarse, una niña que necesita tus besos para sanarse. Para unir todos los pedazos de los que esta hecho su corazón. Porque una bola de desilusiones lo destrozó haciéndolo en mil y un pedazos, pero viniste tu y me regalaste tres mil sonrisas y quinientos besos, y así poco a poco, me uniste.

martes, 17 de febrero de 2015

Susurros.

Sus susurros pueden conmigo, me enloquecen al igual que sus carnosos labios excitándome a besarlos, a gemir su nombre al separarlos. 

Quiero que me abrace que me trate como lo que soy, la reina de su corazón. Porque al igual que el es dueño del mío, quiero ser dueña del suyo. Es un mago que me hechiza con su sonrisa, sus caricias me paralizan, me enloquece su mirada y con sus versos me enamora.

Y en un atardecer su mano se desliza por mi muslo subiendo y bajando con un movimiento lento, placentero y tortuoso. Va activando mis sentidos, mis ganas de ser suya van aumentando. 
Sus manos hacía mis vaqueros, desabrochan el botón y tira de las presillas, mientras me mira a los ojos sin parpadear si quiera. 
La conciencia entra en juego, y esta vez, juega en mi contra gritándome a susurros que esto es una imprudencia de la que tal vez en un futuro me arrepienta. Pero en este conciso momento, son mis hormonas las que controlan, la conciencia al cuerno y con ella las preocupaciones. 

Sus manos rozan mis piernas semidesnudas y me estremezco ante su tacto, mis mejillas se ruborizan con el susurro de 'quiero hacerte mía'.
Me vuelve loca cuando se acerca a mi cuello y me da besos ascendiendo hasta el lóbulo de la oreja, al llegar a él lo toma entre sus dientes y lo muerde suavemente. 
Quiero quitarle la camiseta, y como si me leyera el pensamiento me susurra que se lo quite todo, todo menos las ganas de mi. 

lunes, 16 de febrero de 2015

Amanecer.

Las estrellas corrían por el cielo mientras nosotros deseábamos que nuestro amor fuera eterno, que tu no te cansarías de mi y que yo no me cansaría de ti. 
Nosotros no éramos de desvelarnos, nosotros éramos de quedarnos hasta ver el amanecer juntos. Era impresionante ver el sol saliendo por el horizonte, a cada paso iluminando el oscuro terciopelo, disolviendo la noche con su luz. Y mientras el cielo se teñía de naranja, mis labios reclamaban tus besos, mi corazón un 'te quiero' y mis ojos un descanso, un descanso contigo. Durmiendo juntos, abrazados, compartiendo la misma cama, sintiéndome tuya, sintiéndote mío. Porque el más bonito sonido son los gemidos emitidos de tus labios, de los míos. Susurrar tu nombre a gritos mientras me decías que hasta el próximo amanecer quedan otras veintitrés horas. Habíamos aprovechado la primera hora en darnos placer, porque solo tu sabes que hacer. 
Mis ojos se cerraban, tus brazos me abrazaban, nuestros labios susurraban el 'te quiero' como despedida. 









Cálidas caricias.

Nos dejamos llevar por la cálida brisa de las noches de final de verano, en las que nos abrazábamos y nos daba igual el mundo. 

Nosotros éramos el único mundo que nos importaba y que existía, nuestra lava era el latir de nuestro corazón bombeando la sangre hacía la punta de los dedos donde rozaba tu piel y con cada caricia estremecía. Se me eriza el vello todavía al recordar tus susurros en mi nuca.
Tus sonrisas predominan en mis recuerdos, era y es el sonido más bonito emitido de tus labios, junto con los 'te quiero' y 'te amo'. 

El mundo nos gritaba que estábamos locos por amarnos como si no hubiera mañana, demostrando nuestro amor el uno por el otro, y nosotros le gritábamos al mundo que las locuras son lo que nos enamoran. 

Disfrutamos de cada segundo, de cada risa, de cada hora, de cada beso.
En una noche en la que nuestros movimientos eran controlados por el alcohol. El culpable de que nuestros labios encajaran, y que desde entonces no encuentre otra pieza que encaje mejor en ellos.
Porque el 'te quiero' que susurraste al despegar tus labios de los míos, quedó grabado en mi mente, tu voz en mis oídos, tus pupilas en mis ojos, tus labios en los míos. 

Y después de todo lo vivido, de toda la saliva compartida, nos dejamos por el tiempo, la distancia... No lo sé, dejé de encajar tus dedos con los míos, aunque a mí a día de hoy me sigue pareciendo el mejor enlace que mis manos han conocido. 

¿Qué cambió? Ven, dímelo. No me creo que esté llorando una vez más por ti, por mi, por tus mentiras, por mi inocencia, por nosotros, por el tiempo que ha pasado, porque ya no soy la misma, porque no eres el mismo, porque no somos esos del pasado que les costaba despedirse. 

Añoro tú sonrisa clavándose en mis oídos y lo que pareció un canto celestial, es ahora lo que me tortura cada noche. Pero sigo añorando cada uno de tus besos, sigo soñando que aún en lo más profundo de tu corazón añoras mi risa mientras me hacías cosquillas antes de darme un beso.

Y en mi cabeza retumba una inseguridad, una duda que espero poder resolver con el paso del tiempo, con el paso de tus recuerdos, cuando ya no duelan buscaré alguien que me quiera más de lo que tu lo hiciste.